Te ofrecemos algunas
sugerencias para evitar que la falta de apetito de tu hijo no se transforme en
una inapetencia crónica. ¡Toma nota!
¿Tu hijo no come?Los
pediatras y los psicólogos recomiendan no dejarse llevar por elmiedo
a que el niño no coma suficiente. El niño está dotado del
instinto de supervivencia y, si se le ofrece leche y alimentos sólidos que
pueda comer, nunca estará desnutrido.
Si su peso y su altura se sitúan dentro de los márgenes de losgráficos de crecimiento,
que son muy amplios, si se muestra vivaz y activo, no hay motivo para
preocuparse, aunque se salte alguna comida o no se acabe todo lo que hay en el
plato: el pequeño toma lo que su organismo necesita en función de su
constitución.
Te ofrecemos algunas sugerencias para evitar que lafalta
de apetitose
transforme en una inapetencia crónica.
Respeta sus gustos “¡Come, que está muy bueno!”,
dicen muchas mamás a sus hijos. Sin embargo, ante un juicio materno opuesto al
suyo, el pequeño puede confundirse. Para él, la mamá representa la verdad
universal: entonces, “¿cómo es que a mí no me gusta una cosa que para ella es
tan buena?”. Sea como sea, acabará contradiciendo a alguien, o a sí mismo,
negando sus propios gustos, o bien a la mamá, negando la validez de su juicio.
Habituarle a probarlo todo para poder decidir si le gusta o no es lo mejor.
Pero,no hay que
presentar la comida como un deber, sino como un descubrimiento,
dejándole libertad también para expresar su rechazo. La comida tiene que ser un
momento de placer y no una ocasión de tensión. Según los pediatras, además,
ningún alimento es indispensable: si el niño no quiere verdura, puede obtener
las vitaminas y las sales minerales de la fruta. Lo importante es ofrecerle
alimentos sanos que coma a gusto. Si un alimento no le gusta, vuelve a
ofrecérselo después de un tiempo.
No insistas para que coma
Inducir al niño a que coma más de lo que necesita puede provocar, en su
delicadosistema de
regulación del apetito, alteraciones que, en el futuro, pueden
transformarse en desórdenes alimentarios. Por lo tanto, antes de servir la
comida, pregúntale qué cantidad quiere. Si se trata de una pequeña ración y se
la termina, pregúntale si quiere más. Tendrá la satisfacción de repetir.
No confundas la comida con el cariño
Una frase del tipo“Si no comes, no te quiero”,
transmite al niño el mensaje de que hay que comer por amor y no por hambre, y
esto es un problema. Quizás, las primeras veces, el pequeño se dejará convencer
para comer algo, con el fin de contentarte, pero muy pronto descubrirá que, si
come para satisfacer a alguien, también puede rechazar la comida para hacerle
un desaire. Entonces, la comida se convierte en una especie de moneda de
cambio, y de aquí al chantaje hay un paso.
No realices promesas ni
“intercambios” “Si te lo comes todo, te doy un
caramelo”. De esta manera, el dulce es el premio y no el alimento
bueno, que representa para él una obligación. Además, este tipo de intercambio
no logra su objetivo. Una investigación ha demostrado que, alentados por la
posibilidad de conseguir un caramelo, sólo tres de cada 12 se dejan convencer,
mientras que los otros nueve refuerzan su antipatía por el alimento.
No recurras a entretenimientos
En la mesa, la atención que se dedica a la comida no debe concentrarse encuánto
y cómo come el niño, sino en apreciar el alimento, en
degustarlo y en transmitir al niño entusiasmo e interés. Por lo tanto, durante
la comida, no utilices juegos y cuentos para distraerle e introducirle un
bocado en la boca, cogiéndole por sorpresa. Debes hacer qué el participe.